Tui Shou (empuje de manos)
El empuje de manos está orientado al aprendizaje e interiorización de las trece bases del Tai Chi.
Los Tui shou o "empuje de manos" son tan importantes para la práctica del Tai Chi como el Chi Kung y la forma. No se trata de combatir, ni de enfrentarse, sino más bien de escuchar y entender. Avanzar en la comprensión de nuestro movimiento y entender y anticipar el del compañero.
Cuando se practican tui shous uno es capaz de valorar si realmente es capaz de actuar relajado, si puede establecer una distinción clara entre "vacío" y "lleno", si puede mantener de manera constante el equilibrio y el centro de gravedad y si en el movimiento del cuerpo, brazos y piernas existe una armonía sin rupturas.
Hasta que no se practica el empuje de manos se puede creer que principios como "ceder ante la fuerza" o "lo blando vence a lo duro" son principios filosóficos a los que adherirse pero sin entender su aplicación práctica. Al no entender su aplicación no se puede avanzar en dichos principios. Los tui shou son la práctica a través de la que podemos entender la complementariedad de yin y yang, la existencia del uno dentro del otro y su transformación a partir del movimiento, el Tai Chi.
El Tui shou suele parecer aburrido y tedioso a quien no entiende su objetivo. El trabajo es amenizado en la práctica con aplicaciones marciales. Los Tui Shou requieren en primer lugar uno, mejor varios compañeros y una técnica correcta, por parte de las dos personas que lo realizan. También la práctica con personas de nivel más avanzado y ocasionalmente con personas diferentes de las habituales.
Desarrollar los principios del Tui Shou a un nivel elemental puede llevar bastante tiempo. Es cuestión de paciencia. Mediante los Tui Shou se trabaja la no-separación y la no-resistencia.
Escuchar la energía es el objetivo. Se empieza por desarrollar la sensación del contacto, la sensibilidad de la piel y los músculos de forma que, cuando cualquier fuerza externa entra en contacto con cualquier parte del cuerpo, uno sabe ceder o resistir. Esta escucha nos permite reaccionar una fracción de tiempo antes que nuestro oponente. Si él no se mueve no nos movemos. Si él se mueve nos movemos con él.